Muchas mujeres tienen la misma pregunta, ¿puedo hacer ejercicio estando embarazada? La respuesta es un rotundo SÍ, pero primero vamos a ver cuáles son los beneficios y cuáles serían las principales contraindicaciones para realizarlo.
Se indica que es buena la práctica del deporte durante el embarazo, pero previamente se debe consultar a un especialista para valorar las condiciones de la mujer.
Las principales complicaciones que pueden anular la realización de ejercicio físico son:
- Algunos tipos de enfermedades cardíacas o pulmonares
- Preeclampsia
- Riesgo de parto prematuro por mellizos, trillizos…
- Placenta previa después de 26 semanas de embarazo
- Ruptura de membranas
- Insuficiencia cervical o cerclaje
- Anemia severa
La metodología de ejercicio recomendado es de 150 minutos, repartido en sesiones de 30 minutos, 5 días a la semana.
Se recomienda el trabajo en medio acuático, ya que el agua hace que la madre no tenga que soportar todo el peso y evita el impacto. Especial atención a la temperatura del agua que deberá oscilar entre los 28 y los 30 grados.
Algunos de los beneficios son:
- Mejora la condición cardiovascular y muscular
- Corrige la postura
- Evita la ganancia excesiva de peso
- Disminuye el estreñimiento
- Aumenta el bienestar psicológico
- Aumenta la resistencia al dolor
- Disminuye la duración del parto y previene cesáreas
- Mejora la recuperación física tras el parto
- Previene la trombosis venosa y la aparición de venas varicosas
- Reduce la depresión postparto
¿Hasta qué semana sigo haciendo ejercicio?
El momento de finalizar la actividad es subjetivo. Hay pacientes que a las 25 semanas ya no pueden realizar tanto esfuerzo, mientras que otras continúan hasta la semana 33, muchas veces producto de un hábito previo en lo físico.
Como trabajo específico para reducir el dolor lumbar encontramos estudios que sugieren un programa de ejercicio acuático durante la segunda etapa del embarazo (a partir de 34/36 semanas)
En definitiva, trabajar la movilidad y la fuerza mejoran tanto psicológica, como físicamente a la hora de afrontar un parto y la salud del bebé y su madre.
En resumen, el ejercicio físico es un perfecto aliado para una embarazada, siempre y cuando se haga con conocimientos y con la ayuda y supervisión de profesionales.
Javier García Pérez
Técnico superior en Acondicionamiento físico
Técnico de sala de Lowfit Sevilla Este