El rendimiento no depende solo de cuánto peso levantas o cuántos kilómetros corres, sino de cómo se mueve tu cuerpo.
Entrenar desde la biomecánica, la fuerza funcional y la salud articular es la clave para construir un cuerpo fuerte, eficiente y libre de lesiones.
Biomecánica: moverte bien para rendir más
La biomecánica es la ciencia que estudia cómo se mueve el cuerpo. Una buena técnica mejora la eficiencia, reduce el desgaste articular y previene lesiones. No se trata solo de repetir ejercicios, sino de entender el movimiento y hacerlo con control y precisión.
Fuerza funcional: potencia que sirve de verdad
La fuerza funcional busca mover el cuerpo como un todo, no aislar músculos. Fortalece la conexión entre core, cadera y hombros, mejorando la estabilidad y la coordinación.
Así, cada movimiento se vuelve más útil, más potente y más seguro.
Salud articular: el motor silencioso
Un cuerpo fuerte sin movilidad se vuelve rígido. Un cuerpo móvil sin fuerza, inestable. El equilibrio está en combinar movilidad activa y estabilidad funcional, cuidando tendones, cápsulas y ligamentos.
La fórmula del rendimiento duradero
Biomecánica + Fuerza funcional + Salud articular = Rendimiento real
Cuando el cuerpo se mueve bien, genera fuerza en patrones eficientes y protege sus articulaciones.
El resultado: un cuerpo preparado, coordinado y fuerte para todo.
Conclusión
Entrenar bien no es solo mover peso, sino moverse con propósito, fuerza y salud.
Cuando cuidas tu técnica, fortaleces de forma funcional y proteges tus articulaciones,
el rendimiento se convierte en una consecuencia natural.
Referencias: Escamilla, 2001 · Cook et al., 2010 · McGill, 2015 · Starrett, 2013.
Joaquín Carmona Ferrari
Técnico multidisciplinar en Lowfit Dos Hermanas
Osteópata Deportivo y Entrenador Personal
