En los últimos años, la relación entre el ejercicio físico y la salud mental ha ganado una atención significativa en el ámbito de la investigación y la práctica clínico-deportiva. Cada vez más estudios sugieren que la actividad física puede ser una herramienta eficaz en el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. En este artículo se recogen ciertos beneficios de cómo el deporte puede contribuir a la recuperación y al bienestar emocional de las personas que enfrentan estos desafíos. Atento a cada uno de ellos:

1. Liberación de Endorfinas: El ejercicio físico estimula la producción de endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y elevan el estado de ánimo. Esta "euforia" puede ayudar a reducir los síntomas de depresión y ansiedad, proporcionando una sensación de bienestar.

2. Reducción del Estrés: La actividad física es una excelente manera de liberar tensiones acumuladas. Al practicar deporte, se reduce la producción de hormonas del estrés, como el cortisol, lo que contribuye a una sensación de calma y relajación.

3. Mejora de la Autoestima: Participar en actividades deportivas puede mejorar la autoimagen y la confianza en uno mismo. Alcanzar metas personales, ya sean grandes o pequeñas, puede proporcionar un sentido de logro, que es fundamental para la recuperación emocional.

4. Socialización: El deporte a menudo se practica en grupo, lo que fomenta la interacción social. La conexión con otros puede ser un factor protector contra la depresión y la ansiedad, ya que el apoyo social es crucial para el bienestar mental.

5. Estructura y Rutina: Incorporar el ejercicio en la vida diaria puede proporcionar una estructura que muchas personas con trastornos mentales encuentran beneficiosa. Tener un horario regular de actividad física puede ayudar a establecer una rutina que promueva la estabilidad emocional.
                        

Iván Moral Garrido

Director de Lowfit Aljarafe